Bienvenidos a la sección editorial de nuestra asociación, aquí podrás conocer nuestra postura sobre el activismo que realizamos, nuestros objetivos, metas y acciones encaminadas a buscar la verdad sobre el mundo, las sociedad y nosotros mismos...
Enero del 2011
Al comenzar este año, con miras a enfrentar un nuevo proceso electoral en el Ecuador, se han establecido algunas pautas de importancia absoluta para el futuro cultural del país; justamente el proyecto presentado por el gobierno nacional sobre la Consulta Popular, permitirá elegir la permanencia o no de los espectáculos públicos que tengan como objetivo eliminar animales por diversión.
Si bien este país tiene en sus votos la oportunidad (excelente) de dar fin a tan infame práctica, es lamentable reconocer que existen grupos decididos a promover el auspicio de este llamado "deporte" por algunos retrógradas, que viven aún en la ignorancia del siglo XVII.
Ante la proyección de tan importante decisión, hay que extender un profundo debate con los grupos vulnerables dentro del proceso electoral (jóvenes y estudiantes) a fin de establecer una idea objetiva sobre la influencia de esta práctica sobre el devenir contemporáneo de la comunidad local, su alejamiento con respecto de las costumbres ancestrales del país y su contradicción con relación al nuevo desarrollo humanista del siglo XXI. Para cumplir con el objetivo propuesto, se debe abandonar cualquier prejuicio o bandera de carácter político, ya que ni el presidente ni la constitución serán los responsables de erradicar definitivamente las "corridas", más bien la decisión de los ecuatorianos será la base ética para mantener el derecho de la "defensa de la vida", en todas sus formas.
Nuestra asociación hace eco del llamado de los grupos defensores de la vida y los animales, para hacer conciencia real sobre lo importante de la decisión a tomar en la consulta popular, despojando de una vez este tipo de "espectáculos" tétricos, propios de sociedades irracionales, quienes se toman en el caso de Quito el nombre de "dios" para justificar sus atrocidades...
Julio del 2010
LA IMPORTANCIA DEL COLECTIVO.
El ateísmo se ha caracterizado por presentarse de una forma muy individual en la sociedad, considerando el hecho de ser libre para elegir "no elegir creencias", lo que nos trae ciertos conflictos con quienes nos rodean, la sociedad misma e incluso el núcleo social y familiar. En naciones como la nuestra, la creencia y la religión es un tema bastante delicado, fruto de controversias de todo tipo, terminando casi siempre en enfrentamientos debido a que no existe una "cultura" de libre criterio con relación a lo tradicionalmente asimilado a través de los tiempos. El actuar del ateos o agnóstico ha sido una cuestión "satanizada" en la moral social, por lo que no siempre existe aquel que se considere como "no creyente" de forma pública, ya que eso conlleva a repercusiones desde diversos puntos de vista (un ejemplo claro en el campo profesional).
Con la era de la informática, que ha traído un proceso multicultural entre las nuevas generaciones, el conglomerado social ha transformado su criterio con relación a la socialización de nuevas religiones y creencias (protestantes y orientales principalmente), que han construido un nuevo devenir cultural en latinoamérica y el mundo actual. Es de considerar que la individualidad de los ateos y agnósticos (como los librepensadores) en general, no ha sido un determinante en el desarrollo de la cultura y la tolerancia, salvo en los casos de grandes pensadores y científicos revolucionarios; el ser común no trasciende como estadística siquiera dentro de la construcción racional del ser humano "globalizado".
No se puede considerar a la organización ateista como sectaria, ya que la misma no pretende más que dar a conocer que las dudas sobre las religiones en general, tienen como salida real el humanismo, el desempeño de las ciencias y la concepción racional del mundo. El colectivo ateo, de forma organizada se ha pronunciado con gran magnitud en la actualidad, pero provocando aún la marginación del falso moralismo social vigente. El papel del activista ateo y agnóstico, es el de informar, difundir y denunciar las grandes mentiras ideológicas que han mantenido el sistema de lucha de clases. Las herramientas que utiliza este colectivo se basan en publicaciones, seminarios, periodismo, activismo en las calles, herramientas informáticas y un arsenal de documentos y procesos nuevos, que determinan un carácter participativo en la evolución intelectual del mismo, por lo que resulta determinante la participación dentro del mismo. Solamente es una cuestión de decidir....
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Con la era de la informática, que ha traído un proceso multicultural entre las nuevas generaciones, el conglomerado social ha transformado su criterio con relación a la socialización de nuevas religiones y creencias (protestantes y orientales principalmente), que han construido un nuevo devenir cultural en latinoamérica y el mundo actual. Es de considerar que la individualidad de los ateos y agnósticos (como los librepensadores) en general, no ha sido un determinante en el desarrollo de la cultura y la tolerancia, salvo en los casos de grandes pensadores y científicos revolucionarios; el ser común no trasciende como estadística siquiera dentro de la construcción racional del ser humano "globalizado".
No se puede considerar a la organización ateista como sectaria, ya que la misma no pretende más que dar a conocer que las dudas sobre las religiones en general, tienen como salida real el humanismo, el desempeño de las ciencias y la concepción racional del mundo. El colectivo ateo, de forma organizada se ha pronunciado con gran magnitud en la actualidad, pero provocando aún la marginación del falso moralismo social vigente. El papel del activista ateo y agnóstico, es el de informar, difundir y denunciar las grandes mentiras ideológicas que han mantenido el sistema de lucha de clases. Las herramientas que utiliza este colectivo se basan en publicaciones, seminarios, periodismo, activismo en las calles, herramientas informáticas y un arsenal de documentos y procesos nuevos, que determinan un carácter participativo en la evolución intelectual del mismo, por lo que resulta determinante la participación dentro del mismo. Solamente es una cuestión de decidir....
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